27-01-2022
Pablo E. Pinto
Director Barómetro de la Construcción Región de Coquimbo.
El sector Construcción representa una importante actividad económica. A nivel nacional, la Construcción aporta en torno al 6,6% del PIB anualmente y en el trimestre julio-septiembre de 2021, la Construcción empleó a 795 mil personas, 9,3% del total de ocupados, siendo el tercer sector nacional en generación de empleos.
Un análisis más detallado de la industria da cuenta, sin embargo, de una serie de desafíos y brechas en competencias y ocupaciones, tanto actuales como del futuro del trabajo. Un listado no exhaustivo indica problemas (y oportunidades) en los mecanismos de formación y capacitación del sector, en la carencia de una carrera laboral, en la falta mano de obra especializada, en una normativa laboral rígida y en la falta de buenas prácticas compartidas. Todos estos desafíos se enmarcan, además, en un contexto de falta de información local clave para mejorar la pertinencia de la toma de decisiones.
En este último aspecto, el Barómetro Laboral de la Construcción permite sortear las carencias de datos. Esta iniciativa inédita, formada al alero de la Corporación de Capacitación de la Cámara Chilena de la Construcción, la Universidad Católica del Norte, en Coquimbo, y la Universidad de la Frontera, en la Araucanía, y con apoyo técnico del Observatorio Laboral Nacional del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), permite entregar información relevante al sector para la toma de decisiones.
En la Región de Coquimbo, los hallazgos de diversos estudios desarrollados durante el año pasado apuntan dos temas centrales: a) el plan de carrera y la atracción de capital humano, y b) los procesos de industrialización. Nuestros datos muestran que la gran mayoría de las empresas en la región carecen de un plan formal de desarrollo de carrera laboral para todos sus niveles y no fue posible divisar un proceso estandarizado de evaluaciones de los trabajadores formal y estructurado como base de un proyecto de formación individual de un trabajador o trabajadora y cuyo propósito sea trazar el curso de su carrera y desarrollo dentro de una empresa. Fue posible, sin embargo, identificar niveles de movilidad vertical en algunos puestos de trabajo, especialmente de quienes acceden en los rangos iniciales de la carrera laboral en las empresas.
Subyace en empresas la dificultad para desarrollar capacitaciones por el poco tiempo disponible en horario laboral de obra, como fuera del horario laboral. La inestabilidad del tipo de contrato por obra o faena también incidiría en que se perciba a la Construcción como un sector productivo poco atractivo para empleo de largo plazo.
En el Informe de Industrialización en la Construcción (UCN, 2022), se logró identificar que los principales procesos de industrialización de la Construcción estaban asociados a la Prefabricación (elementos de hormigón armado en obras, elementos para ensamblaje en obras, elementos estructurales), Mecanización (lo que considera movimiento de tierra, maquinaria para obras de edificación y viales, logística traslado de materiales, montaje de elementos prefabricados y moldajes monolíticos) y Digitalización (diseño BIM , control de procesos, y planificación de obras) en la Región de Coquimbo. A partir de una encuesta realizada a 36 empresas, se encontró que las empresas requieren perfeccionar y capacitar a arquitectos, constructores e ingenieros civiles con perfil de construcción industrializada, técnicos especialistas y mano de obra capacitada en construcción industrializada. Adicionalmente se menciona la relevancia de la creación de un puesto de trabajo que coordine las especialidades a los procesos de industrialización. De igual manera, se destaca el puesto asociado a Diseñador BIM en términos de requerimientos actuales y futuros.
Por otro lado, es de suma importancia generar campañas de información a las empresas (constructoras e inmobiliarias) y usuarios finales (clientes) sobre los beneficios económicos y ambientales concretos que genera la construcción industrializada, promoviendo la incorporación de maquinarias y sistemas constructivos coherentes con este tipo de innovaciones. Igualmente se estipula como recomendación implementar aportes económicos permanentes (subsidios estatales) a través de programas sectoriales que incentiven la adopción de procesos de industrialización en las obras. En formación, surge la necesidad de involucrar a CFTs en programas que puedan generar competencias complementarias en las profesiones actuales y en crear nuevas carreras técnicas para especialistas con menciones específicas en cada ámbito de la construcción industrializada (prefabricación, mecanización, automatización, digitalización, reproducción).
En un mercado dinámico, todas las opciones de desarrollar una carrera laboral e incorporar procesos de industrialización son claves para el crecimiento de la industria y para transformarla finalmente en un sector atractivo para levantar capital humano preparado para los desafíos del S.XXI.